Presentación de «Leer después de quemar» de Rafael Soler, por Jesús Zomeño

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LEER DESPUÉS DE QUEMAR. UNA APROXIMACIÓN AL AUTOR

Precede a este artículo una larga referencia bibliográfica de Rafael Soler:

Nacido en Valencia, Poeta y novelista, en los años ochenta tuvo una intensa producción literaria, que inició con la publicación en 1979 de su novela “El grito”, y el libro de poemas “Los sitios interiores” en 1980, a los que siguieron títulos como “El corazón del lobo”, “El sueño de Torba” o “Barranco”, última de sus publicaciones en Cátedra en 1985, así como dos libros de relatos. Vino luego un largo silencio editorial, que decidió romper en 2009 con la publicación del libro de poemas “Maneras de volver”, al que siguió en 2011 “Las cartas que debía” y en 2012 “La vida en un puño”, antología publicada en Paraguay, y “Pie de página”, publicada también en 2012 por la Institución Alfons El Magnànim. En enero de 2.014 publicó el libro de poemas “Ácido almíbar” y en octubre de 2.016 “No eres nadie hasta que te disparan”.

En abril de 2018 publica su novela “El último gin-tonic”, finalista del premio de la Critica 2019.

Rafael Soler ha sido traducido al francés, inglés, italiano, húngaro y japonés; además ganó el Premio de la Critica Valenciana en el año 2015.

Hasta aquí es donde llega el Wiquipedia; sin embargo, nos deja una visión desolada y confusa de fechas y nombres, totalmente monótona y aburrida.

He enumerado lo que ha escrito -y parte de lo que ha hecho-, pero no he hablado de la persona que lo hecho posible; por eso, dejen que explique ahora quién está detrás de ese nombre.

Precisamente él no destaca por lo que dicen de él las palabras, Rafael destaca en las distancias cortas.

Es sencillo describir a Rafael Soler: PROXIMIDAD, SENSIBILIDAD y PROFUNDIDAD:

-He dicho SENSIBILIDAD, porque es una persona enormemente sensible. Él menciona en un poema su plenitud interior “vivir por una vez entero y ser vivido entero”. No entiende la vida sin plenitud, ni transparencia ni comunicación. Vivir de una vez esta única vida y ser vivido por los demás.

-He dicho PROXIMIDAD, porque es una persona cercana, siempre la encontrarás a tu lado. Como dice en un poema “no beber tan solo un vaso, cuando vienen a la mesa los contrarios, los amigos, los extraños”; o sea, beber con los amigos, los enemigos y los desconocidos.

-He dicho, finalmente, PROFUNDIDAD, porque es una persona disciplinada y con un profundo calado intelectual, pero más reflexivo que retórico. La vida se la ha pensado bien. La ha aprendido y la ha madurado. No hay frases bizantinas, ni dardos sin veneno, ni heridas casuales; por eso él advierte de sus propósitos: “guardar en un cofre los consejos”, “cabal vestido” y, sobre todo, “Entre la duda justiciera y la justicia de una duda”

Son tres valores (Proximidad, sensibilidad y profundidad) que definen su actitud ante la vida, pero curiosamente él suele resumirlas con una palabra: AUDACIA.

En todo caso, no sería una audacia invasiva, conquistadora o impertinente; sino una audacia respetuosa, humana y sensible.

PERO ¿POR QUÉ EL LLAMA AUDACIA A LO QUE NOSOTROS LLAMARIAMOS AMISTAD, TERNURA y GRANDEZA?

Evidentemente, “audacia” es atrevimiento por un ansia de vitalidad, de aprovechar la vida.

Pero también “audacia” queda en otro sentido, mucho más introspectivo. A tal efecto, tengo mi propia teoría, que consiste en entender que lo que él llama audacia es una lucha interior para vencer su TIMIDEZ; porque si algo destaca de la personalidad de Rafael Soler es su enorme y sensible mundo interior.

Por eso, en su poema dice: “hablar si no queda remedio”

El poema icónico del que hablo es “UNA VIDA AUDAZ”

UNA VIDA AUDAZ

Conocer la diferencia

entre uno y cuatrocientos

entre vivir por una vez entero y ser vivido entero

entre la duda justiciera y la justicia de una duda

entre dar cuanto te piden y pedir por si algo dan

jamás pisar la raya

no beber tan sólo un vaso

cuando vienen a la mesa los contrarios

los amigos los extraños

tener unos zapatos un sol y su recambio

hablar si no queda remedio

guardar en un cofre los consejos

y así cabal vestido

entre la espada y tu pared

inmanejable austero firme honrado.

Honradez”, quedémonos con esa palabra.

***

Hoy presentamos una antología de su obra poética, LEER DESPUÉS DE QUEMAR y al respecto solo puntualizar dos cosas que en definitiva son la misma, pues abundan en la personalidad del autor:

En primer lugar, el título pudiera parecer un juego de palabras, pero es mucho mas.

El titulo contiene las instrucciones para la lectura, como si se tratara del prospecto de un medicamente.

Hay que quemar los poemas antes de leerlos porque están escritos a llama viva. No son juegos bizantinos, no son rosarios retóricos, no son imaginaciones a la moda. Por el contrario, son sentimientos, vivos y a veces dolorosos, pero escritos desde el apasionamiento y la reflexión de alguien que ha vivido y que ha vivido mucho.

Quémelos, porque fueron escritos mediando el incendio.

Y en segundo lugar, cuando hace una semanas paseaba con Rafael por Madrid, me preguntó si yo era “un escritor de mapa o de brújula”

Entonces me explicó la diferencia:

EL ESCRITOR DE MAPA, es el que planea todo y cuando lo tiene todo dibujado entonces empieza a andar, a escribir.

EL ESCRITOR DE BRUJULA, es aquel que de pronto siente una orientación, magnéticamente algo le atrae, y comienza a escribir, sin haber planificado la ruta.

Evidentemente, él se identificaba como escritor “de brújula”, porque si el escribe lo hace presa de un impulso vital.

Por todo lo anterior, a Rafael Soler le mueve la necesidad de escribir, pero otras veces le mueve la necesidad de “no”escribir o no publicar.

Eso explica su silencio de veinticinco años sin publicar.

Estar cuando lo necesita y no estar cuando no le es preciso estar, eso es lo contrario al postureo y a eso se le llama honradez y honestidad consigo mismo.

Por eso el poema termina con esa advertencia del carácter suyo y de su poesía:

Inmanejable, austero, firme, honrado”

Si la poesía de Rafael Soler existe es porque es necesaria, cuando no lo es, él no necesita escribir lo que no siente.

Préndale fuego a estos poemas, porque así fueron escritos.

Jesús Zomeño

Elche, 4 de abril 2019

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