Mudanzas…
Para Juan, con todo y pese a todo, mi amigo.
En tiempo de desolación nunca hacer mudanza,
mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el
día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación.
Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo,
con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar.
*San Ignacio de Loyola. Quinta Regla de la Primera Semana de los Ejercicios Espirituales
En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro.
De estos, el presente es brevísimo, el futuro dudoso, el pasado, cierto.
Lucio Anneo Séneca1
Por Carlos Javier Cebrián
De la segunda cita que encabeza este texto, podríamos deducir, al menos así lo deduzco yo, que somos pasado. El pasado, pues, es el único tiempo cierto, verdadero, que vivimos. Aunque también podemos dudar al respecto, porque el pasado, su recuerdo, está sujeto a intereses egoístas, recordamos como queremos recordar en muchas ocasiones, y en otras deformamos la realidad que fue, a expensas de nosotros mismos. Séneca venía a decirnos que aquel que recuerda sabiamente el pasado es aquel que mejor vive la vida, el sabio, porque aprovecha o sabe aprovechar el presente para disponer del futuro. La cita del filósofo hispano, cordobés y romano, está extraída de su texto De la brevedad de la vida, (De brevitate vitae); incluida en su obra Diálogos. Séneca nos conmina a aprovechar bien el tiempo propio y a no perderlo en investigar asuntos de poca importancia, nos dice que en realidad la vida no es breve, sino que es el individuo quien hace que lo sea o lo parezca. Lo único que podemos sentir como real es el pasado.
Lee el resto de esta entrada →