EL TIEMPO DE LA BELLEZA

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Por Francisco Gómez

El poeta y escritor, Juan Ramón Torregrosa (Guardamar del Segura, 1955), autor de extensa trayectoria poética, desde que publicara con 20 años “El estanque triangular”, premiado por el Instituto de Estudios Alicantinos para poetas menores de 30 años, ha vuelto a sacar a la luz un nuevo poemario “Quedar en las palabras”, editado por Alhulia en su colección Syl-laba, cuadernos de poesía en una cuidada presentación estética. Un libro misceláneo entre la prosa poética con hondas reflexiones sobre el hondo sentido de la palabra en el tiempo y los acontecimientos del devenir de los tiempos actuales y sus poemas, con técnica, ritmo y métrica medidos y pulidos sobre las cuestiones que ocupan a nuestro poeta: el tiempo y su paso por la vida, la infancia como fuente inagotable de recuerdos y vivencias, los clásicos como río de inspiración, los viajes que invitan a la reflexión, su familia y amigos. Además de un elemento nuevo en su poesía; la ironía ante sí mismo y la vida donde los valores han cambiado”. Poemas que guardó de otros libros editados y otros publicados en revistas pero que el poeta ha vuelto a visitar y esculpir y revisitar para ofrecer su mejor forma y fondo. De “Quedar en las palabras”, uno de los más grandes poetas españoles, Eloy Sánchez Rosillo, ha escrito que “son poemas que quedan resonando en el oído”.

 

 

 

 

Torregrosa ha vuelto a adentrarse en el territorio de los versos, tras publicar su Antología Poética “El tiempo y la semilla” en 2022 con la editorial Eda en Benalmádena (Málaga), prologado por su amigo, el reconocido poeta Ángel Luis Prieto de Paula. De una manera curiosa. Muchas antologías parten del principio hasta el final de la obra de un labrador de versos. Juan Ramón lo hizo al revés. Desde el final 2013 a sus inicios en 1975. Un libro que junto a “Quedar en la palabra” os recomiendo vivamente si queréis conocer a un poeta que ama la perfección estética y sentimental de unos versos, largamente escritos, pulidos, reescritos y vividos.

 

También es interesante destacar que su Antología nació al mismo tiempo que su primera novela “Céfiro y Nube”, también en 2022, en la colección Fifty% de la editorial Frutos del Tiempo. Una novela bellísima, ambientada entre pinares y dunas y un niño de 13 años, que siente la primera llamada del amor y su tránsito hacia la complicada adolescencia y los primeros embates del desamor. Todo arranca en la Guardamar de junio de 1967 con la música, las películas y el ambiente de la época. Una novela que su escritura y maduración le llevó 10 años y que si tiene continuación podría ser con el joven Céfiro de viaje a Estados Unidos en 1977.

Juan Ramón presentó hace escasos días en la librería 80 Mundos de Alicante “Quedar en la palabra” en una amena tertulia con Mercedes Senent con amplio respaldo de su amigo público lector. Comentó que lleva ya casi 50 años en la carretera de la Literatura. “Cuando te entra dentro la semilla de la escritura ya se queda para siempre y eso que yo iba para Ciencias”, dice el poeta. El libro “Quedar en la palabra” es encuentro y permanencia, confiesa Juan Ramón. “Si algo quedará de un escritor es lo que ha escrito. Aquí hay poemas que he tardado diez o veinte años en publicarlos y los he reunido en este libro. Veréis prosas poéticas, aforismos. Opino sobre el mundo actual y el predominio de la imagen sobre la palabra”.

Comenta que en Alicante en los 70 coincidió con un grupo de poetas y escritores que le animaron a seguir en la senda literaria, como Manuel Molina, Vicente Ramos, Rafael Azuar. “Uno tenía inseguridades acerca de si lo que escribía valdría la pena hasta que en 1985 conozco a Antonio Carvajal y me anima a publicar “Sol de siesta” en Granada. Luego vinieron otros poemarios como “Concierto de contrarios” y “Consonante materia”. No soy un poeta que publique tanto. Un libro cada dos o tres años”. El poeta dice que “no sé si habrá otro libro de poesía pero deja entrever que si hay nuevo libro de versos será en estilo libre con endecasílabos y heptasílabos sin rima”.

Juan Ramón es un poeta exigente con la forma y fondo del poema. “Los versos tienen que estar bien construidos, con sus normas de métrica, ritmo, las figuras retóricas. También me gusta recuperar palabras. Gabriel Miró para mí es un ejemplo y espejo. Buscar palabras que despierten emociones y no olvido y empleo léxico de la Vega Baja”. No olvidemos que este hombre ha sido profesor de Lengua y Literatura durante 35 años en distintos institutos y es un amante y buen conocedor de los clásicos, además de atento lector.

Dentro de sus próximos proyectos literarios para este autor que ha escrito poesía, novela, teatro, antologías poéticas, estudios literarios con ediciones críticas de Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández y Federico García Lorca, entre otros, se plantea, “escribir un libro de cuentos infantiles que estará bellamente editado con ilustraciones”. Relatos que sus nietas le piden que les cuente.

Para Juan Ramón Torregrosa “mi intención es hacer arte con nuestro instrumento cotidiano; la palabra. Con un resultado que ha de ser la permanencia”.

Me atrevo a sugerir la lectura de la obra de Juan Ramón Torregrosa. Quedará en vuestra memoria y corazón.

 

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